El hecho de estar certificado implica que una empresa externa al Centro verifica anualmente el cumplimiento de todos estos requisitos y solo se emite el Certificado si cumplen con todos los apartados referidos en dicha norma.Acudir a un centro certificado es acudir a un centro que apuesta por la mejora en su Centro y que se preocupa por dar un servicio mejor tanto al cliente como a su animal de compañía.
El Centro tiene que asegurar el bienestar animal así como reducir en la medida de lo posible el dolor y el estrés del animal.
El veterinario tiene la obligación de informar al cliente de las actuaciones que realiza a su animal.
Todos los Centros deben disponer de una infraestructura mínima y definida así como un equipamiento adecuado para asegurar el tratamiento idóneo al animal.
El Centro tiene la obligación de establecer la relación de servicios prestados, especificar las tarifas de precios y exponerlos a la vista del cliente.
El Centro tiene que establecer y enseñarlos al cliente los presupuestos previos a la realización de los servicios que no estén claramente estipulados en la lista de precios. Estos deben ser aceptados por parte del cliente antes de la realización del servicio.
Además de asegurar gestiones internas del centro como la gestión adecuada de sus equipamientos, protocolos de actuación, etc.